Existe una imagen muy edulcorada de los escritores, esa cuya figura ya consolidada, busca en pleno viaje, sentado con su libreta o su ordenador, siguiendo las exigencias de un plazo de su editor, inspiración para su próxima creación.
Pero no es la imagen de ese escritor tímido, desconocido, principiante, que tiene pánico a las hojas en blanco, a que dirán de cada pensamiento y emoción que vuelca en ellas.
Hay escritos fruto de experiencias positivas, pero lo cierto es que los mayores desgarros son los que llegan alma del lector desde el alma de aquel que lo comparte.
“Noches de naufragios y penas” no nació como un manuscrito pensado para su comercialización sino como el resultado de su autor, David Cancelas Bermúdez (@granero11), de darle un sentido a las noches de insomnio, en las que simplemente plasmaba sus dudas, temores, sentimientos sin intención nunca de crear algo para dejar huella o para llegar a los demás, simplemente escribe por y para él. Algo casi terapéutico. En palabras de David, “por alguna razón todo ese caos me inunda la mente por las noches, es como una sensación de estar en constante naufragio emocional.”
Desde muy pequeño acostumbraba a expresar sus sentimientos, una manifestación de libertad que decoraban los márgenes de sus libretas escolares que terminaron convirtiéndose en poemas que fueron tomando forma desde la tierna edad de catorce años y hasta la actualidad.
Fue una amiga de la época del instituto quien descubrió que en secreto escribía poesía y le animó a hacer un recopilatorio “ya fuera para tenerlo de recuerdo o para publicarlo en un futuro”. Con el paso de los años y tras publicar algunos en las redes sociales, con buena acogida, fue cuando comenzó el planteamiento del libro, cuyo esqueleto constituyen estos poemas.
“Noches de naufragios y penas” se estructura en dos bloques, los primeros poemas designados mediante números romanos “los más antiguos” y otro a los que ya David Cancelas Bermúdez bautizaba con un título.
Las palabras aparecen de manera abstracta conformando pensamientos y surgiendo la necesidad de dejarlos por escrito “ es una necesidad de vaciar mi mente y darle una forma”. Sin método, planificación o métrica que encorsete la emotividad que sale de lo más profundo de las entrañas. “Como dice el rapero Sharif Fernández en la canción La Traición «Yo soy libre en mi libreta.»
Entre la temática siempre llena de experiencias intensas entre las que se mezclan soledades, miedos, añoranzas, destaca el desamor “experiencias no muy buenas que había cursado con ese amor «romántico» con el que nos empapan la cabeza desde pequeños”
Y ese sentimiento de pesar que inunda el libro se ha querido plasmar en la ilustración de la portada, elaborada por Eva Pena Fandiño (@evafandino_), una metáfora de ese sentimiento negativo que David describe como una “sensación de estar perdido en el espacio, como si fuese un astronauta a la deriva al que solo le quedan sus pensamientos y recuerdos, mientras se pierde lentamente entre la oscuridad. Creo que Eva supo perfectamente ponerle forma a esa sensación y ha realizado un trabajo estupendo”.
David Cancelas actualmente ha finalizado sus estudios como profesor y se encuentra en proceso de aprobar las oposiciones para continuar dedicándose a otra de sus pasiones: la enseñanza.
La pregunta es obligada: ¿Animas a los integrantes de tus clases a escribir sus sentimientos?
Y la respuesta es obvia, animándoles a expresar sus sentimientos sin importar el canal escogido, “que se expresen oralmente, a través de la escritura, la pintura o el medio en el que más cómodos se sientan, pero que sepan expresarse”
Según sus propias palabras, es muy importante saber entender todo tipo de sentimientos, conocerlos, reconocerlos y saber expresarlos adecuadamente, ya que algo que nos ayuda a convivir con nosotros mismos y con los demás. Es una asignatura pendiente en la sociedad actual en la que vivimos.”
David Cancelas Bermúdez es una persona joven pero llena de inquietudes, con mucho mundo interior e inteligencia emocional y que (como esta Revista) buscan el arte constantemente.
De entre todas esas personalidades que le han inspirado le preguntamos cuál habría designado para escribir el prólogo de su libro, sin importar que sea o fuese. “Me habría gustado elegir a Alejandra Saiz, una poetisa madrileña con la que disfruté mucho leyendo su blog, puesto que es una persona muy profunda a la hora de expresarse y hace que conectes fácilmente con lo que está escribiendo. Seguro que habría hecho un gran prólogo”.
Esperamos que este no sea su único proyecto y nos confiesa que aunque no está escribiendo mucho, tampoco tiene muy claro si compartirá nuevamente el resultado de sus pensamientos; pero anima a todo aquel que sienta esa inquietud a escribirla y describirla “si eso les ayuda a poder afrontar algunas situaciones difíciles. Incluso les digo que vuelvan a leer aquellas cosas que escribieron en un pasado y así puedan observar que algunos problemas se acaban solucionando o simplemente desaparecen y ya no están”.
Haya o no una continuación, “Noches de naufragios y penas” ahora ya en formato papel y publicado en la plataforma de Amazon, será eterno.