El brutalismo, un estilo arquitectónico que surgió a mediados del siglo XX, conocido por su uso del hormigón expuesto y formas geométricas angulosas, parece haber encontrado un renacimiento inesperado en el año 2025. A pesar de su controversial recepción en sus primeros años, este estilo se ha consolidado como un referente dentro del panorama arquitectónico contemporáneo y ha influido de manera significativa no solo en la arquitectura, sino también en el arte, el diseño y la cultura visual.
Orígenes del Brutalismo
El brutalismo tiene sus raíces en la posguerra, cuando arquitectos como Le Corbusier, con su famoso proyecto del Unité d’Habitation en Marsella (construida entre los años 1947-1952), introdujeron un enfoque radicalmente nuevo hacia el diseño. El término «brutalismo» proviene de la palabra francesa béton brut (hormigón crudo), utilizada por Le Corbusier para describir el acabado de las superficies de cemento. Este estilo buscaba romper con la tradición estética y las formas ornamentales del pasado, adoptando un enfoque honesto en el uso de materiales industriales y un lenguaje visual austero y monumental.

En las décadas de 1960 y 1970, el brutalismo se expandió por todo el mundo, desde edificios públicos hasta universidades y complejos residenciales. Sin embargo, el estilo no fue recibido de manera unánime. Mientras algunos lo vieron como una forma de modernidad cruda y honesta, muchos lo criticaron por su aspecto pesado, sombrío y, a menudo, deshumanizado.
Regreso del brutalismo en 2025: entre la nostalgia y la reinterpretación
El brutalismo de 2025 no es el mismo que el de los años 60, pero su influencia sigue siendo palpable. En este nuevo contexto, el estilo se ha adaptado a las demandas estéticas y funcionales del presente. En un mundo saturado de tecnología digital y un diseño cada vez más homogéneo, el brutalismo ha resurgido como una forma de rebelión contra la uniformidad y la artificialidad. Sus líneas simples y su materialidad cruda ahora se valoran como un regreso a lo tangible, a lo real, a lo que se puede tocar.
Los jóvenes arquitectos y diseñadores, especialmente aquellos inmersos en el universo digital y las plataformas de redes sociales, han redescubierto el brutalismo como una forma de afirmación de identidad en un mundo sobrecargado de imágenes filtradas y artificiales. Al mismo tiempo, este estilo se ha fusionado con nuevas tecnologías, materiales sostenibles y enfoques más integrados con el entorno urbano.
Brutalismo y arte: un diálogo visual
El impacto del brutalismo no se limita a la arquitectura. En el arte contemporáneo, especialmente en las obras de artistas emergentes, la influencia del brutalismo es cada vez más evidente. Los artistas jóvenes exploran sus líneas rectas, sus formas robustas y su paleta grisácea en sus trabajos, reinterpretando sus principios en la pintura, la escultura y la instalación. Esta tendencia puede verse reflejada en el auge de las exposiciones que muestran obras que, aunque no imitan el brutalismo de forma literal, adoptan su espíritu: la honestidad material, la geometría industrial y la búsqueda de lo fundamental.

Una de las características más destacadas del brutalismo es su enfoque en lo «no decorativo», lo que ha resonado profundamente en una era donde el exceso de información y la cultura del consumismo están en su apogeo.
El Brutalismo y la cultura digital
En 2025, no podemos hablar de la influencia del brutalismo sin considerar su relación con la cultura digital. El auge de las plataformas de diseño 3D, las imágenes generadas por inteligencia artificial y los mundos virtuales ha dado lugar a una nueva interpretación del estilo. Las representaciones virtuales de edificios y espacios inspirados en el brutalismo se han vuelto populares en videojuegos, experiencias de realidad aumentada y entornos del metaverso.
Por otro lado, el diseño digital también ha servido como un espacio para experimentar con las texturas y la atmósfera del brutalismo. Algunos estudios de diseño gráfico y de moda han adoptado las líneas duras y la estética despojada del estilo, creando imágenes y colecciones que evocan la sensación de fortaleza y permanencia, características del brutalismo original.
El futuro del Brutalismo
A pesar de haber sido criticado durante décadas, el brutalismo ha evolucionado más allá de sus inicios polémicos, posicionándose como una corriente que invita a la reflexión sobre la identidad, la materialidad y la funcionalidad. En 2025, su influencia no solo se limita a la arquitectura, sino que transita otros campos como el arte, el diseño y la cultura digital, donde su estética «desnuda» y su rechazo a la ornamentación encuentran nuevas formas de expresión.
Este regreso del brutalismo no es un retorno a lo antiguo, sino una reinvención, una búsqueda de un lenguaje visual y conceptual que se adapta a los tiempos modernos. En una época marcada por el exceso y la virtualización de nuestras vidas, el brutalismo parece ofrecer una respuesta en forma de solidez, autenticidad y simplicidad, algo que, irónicamente, sigue siendo radical en 2025.
Fotografías: IA

