La diosa griega Atenea era la diosa de la guerra, la civilización, sabiduría, estrategia en combate, de las ciencias, de la justicia y de la habilidad.
El pasado día 23 de noviembre el centro que lleva su nombre en la ciudad de Madrid, el Ateneo, fue el elegido para el evento Female Startup Leaders cuya finalidad es dar visibilidad a la figura de la mujer, como líder en el mundo del emprendimiento tecnológico, un área que a pesar de los cambios sigue creyéndose fundamentalmente masculino.
El evento, el primero impartido bajo el paraguas de la marca Female Startup Leaders, contó en su primera sesión -que esperemos no será la única- con un elenco excepcional de mujeres luchadoras, curiosas e inspiradoras, que tienen como factor común la persecución de que los/as asistentes (que tuvieron la suerte de acudir de manera presencial y también virtual a través de su retransmisión en streaming en su propio canal de youtube) salgan removidos e impactados/as.
Y, por supuesto, que las nuevas generaciones de niños y niñas perciban que emprender es una opción, como cualquier otra, viéndose reflejados en mujeres que han conseguido llevar sus ideas a negocios viables.
Tras preparativos intensos que han tenido como resultado una jornada (aglutinada en una única mañana) cuyo programa que, normalmente, daría para un día completo, con unos timing ajustados pero de una manera muy dinámica apoyado principalmente por Google for Startups, el Ayuntamiento de Madrid, BStartup de Banco Sabadell, LIVALL, EAE Invierte (bajo su Women Iniciative) y Sngular.

Además de mostrar los trabajos de fundadoras increíbles como Silvia Rivela (Cohesion.ist), Carmen Hidalgo (Bebup) y Esther Molina (WILDCom), fundadoras o cofundadoras de proyectos que lideran, protagonizaron el evento Female Founders Day referentes en el panorama nacional e internacional, como por ejemplo: Elena García Armada, de Marsi Bionics; Clara Grima, matemática y divulgadora; Rocío Álvarez Ossorio, de Token City; Elena García de Bstartup; Sofía Benjumea de Google for Startups, Luz Rello de ChangeDyslexia; Mireia Badía de Growly; Pepita Marín de WeAreKnitters; Laura Lozano Chargy; Yaiza Canosa de GOI; Cristina Miquel de StartUC3M; Sofía Fernández del Área de innovación y emprendimiento Ayuntamiento de Madrid, Marta Caparrós de YoutOOProject y Carmen Pumarino, directora de EAE Invierte en EAE Business School, entre otras.
¿Se nos educa en edad temprana para ser líderes? ¿Para luchar por nuestros propios proyectos?
Si bien es cierto que habría que analizar el gap de género a edades tempranas si que es cierto que existe una tendencia al alza en el acceso femenino a estudios científico-técnicos.
Según palabras de Esther Molina “No hay nada que deba cambiar en la mentalidad femenina, lo que hay que cambiar es que las personas que tienen la capacidad de invertir y creer en proyectos valorando el talento y siendo conscientes de sus propios sesgos a la hora de decidir. Para eso primero hay que darse cuenta de los sesgos propios para después ser consciente y corregirlos a favor de tomar decisiones ‘sin favoritismos’.”
Cada una de las ponentes tuvieron un momento de ‘lanzarse al vacío’, un momento de inspiración absolutamente meditada en que decidieron EMPRENDER:
Carmen Hidalgo, CEO de Bebup: “Siempre he tenido una mente inquieta, y cuando empecé a trabajar por cuenta ajena y me di cuenta de tenía que invertir muchos esfuerzos en que mis ideas o propuestas de mejora se implementasen: no había opción a pensar otra forma de hacer las cosas. Por eso decidí montar mi primer negocio, para poder experimentar, testar y probar mis propias ideas en el mercado. Y resultó que algunas funcionaron y otras no. Pero las que funcionaron, me permitieron seguir probando más cosas nuevas. No creo en el instinto al emprender, creo que la experimentación y en los datos. Y me parece un camino apasionante.”
Silvia Rivela, CEO de Cohesion.ist: “Nunca había querido emprender, justo acababa de terminar un máster en el que había encontrado a la socia perfecta en el momento oportuno, nos planteamos montar una empresa y al mes y medio ya teníamos el primer proyecto. Estuve compaginando mi trabajo de esa época con mi nueva empresa durante 1 año hasta que decidimos apostarlo todo y dedicar el 100% de nuestro tiempo. Fue un movimiento natural, no buscado, nunca había querido Emprender ni montar algo propio ya que pensaba que era ‘demasiado trabajo’. Ahora no contemplo otra opción.”
Marta Caparrós, fundadora de YouTOOProject: “En realidad yo no sabia que estaba emprendiendo cuando empecé, a veces pasa. Hay dos vías, la de ‘tengo una idea y tengo claro que quiero emprender’ y la segunda vía, ‘detecto una necesidad en el mercado, analizo y me veo con idea de negocio’, no sabía que estaba montando una empresa que me llevaría a tener 70 empresas alrededor del mundo trabajando conmigo.”
Laura Lacarra, cofundadora de Chargy: “En mi caso fue por pura oportunidad. En esa época estaba trabajando en una startup fintech en el departamento de Marketing, y además tenía preparado todo el proceso y documentación para marcharme a trabajar a una empresa de transporte turístico en San Francisco. No estaba en mis planes emprender en esa época. Un día un restaurante, uno de los amigos con los que estaba cenando se agobio mucho por no poder cargar su teléfono y de pronto miré a mi alrededor y me percaté de que todas las personas del restaurante teníamos el teléfono en la mano o sobre la mesa.
Se me encendió la bombilla y vi clara la oportunidad que tenía para solventar el problema que teníamos todas las personas por tener batería en el Smartphone y la gran necesidad que tienen todas las empresas por conectar con su publico para realizar estudios de mercado y campañas de MKT.La solución a ambos problemas era muy sencilla, un intercambio de batería por encuestas y publicidad donde ganaban todos.
Tenía claro que el proyecto tenía sentido, no había nada en el mercado igual y abarcaba una cuota de mercado enorme. Por lo que decidí declinar el trabajo en San Francisco y apostar por mi idea.”
Hay que destruir el mito de que existe un género emprendedor, sino que existe un perfil emprendedor que busca una necesidad y la explota.
En palabras de Esther Molina, “el famoso ADN emprendedor no entiende de género, emprendes porque no puedes no hacerlo, porque las posibilidades de que tu idea salga bien prevalecen… y porque, si no es así, vas a tener la agilidad y la intuición para cambiar el rumbo. La gestión de los problemas (que los habrá), de la incertidumbre y por supuesto, de las personas, más allá de la económica, también son comunes. Hay otras características que tradicionalmente se nos han atribuido a las mujeres emprendedoras, como la aversión al riesgo, que tampoco comparto. Toda decisión empresarial relevante conlleva cierto riesgo.
Aunque la pandemia y el teletrabajo forzado ha supuesto un duro golpe para la conciliación real. Y por desgracia, en la mayoría de las familias, ha sido la mujer quien se ha visto obligada a poner en riesgo o incluso renunciar a su carrera laboral para dedicarse a los cuidados. Esto ha supuesto un retroceso en ese cambio hacia la conciliación laboral y familiar que se estaba produciendo.
Para que exista conciliación real en las familias, es imprescindible la corresponsabilidad real en la pareja, el compromiso sin reservas de las empresas y el de las instituciones públicas. De otra forma, estaríamos poniendo sobre los hombros de muchas mujeres el peso de una transformación estructural que llevamos arrastrando durante toda la historia de la humanidad.

Como el mito de que como jefa la mujer es más exigente con sus subordinadas o ‘les pone palos en la rueda’.
Una persona que ejerce diferencias de trato sobre sus subordinados en base a cualquier tipo de diversidad es un mal líder, y para ser mal líder no hace falta mirar el género de la persona. Se es o no se es.
Esther Molina
Hay buenas jefas mujeres y malas jefas mujeres. Al igual que hay buenos y malos jefes hombres. Lo importante es que el hecho de ser mujer no te aleje de puestos de dirección y que esa forma de liderazgo segado por condiciones de género, tenga los días contados. ,. También que ese ‘mito’ de que la mujer es un ‘lobo’ para la mujer, no existe. Yo, desde luego, que soy ‘jefa’ y me considero exigente (conmigo, para empezar, y luego con los profesionales que trabajan conmigo) no me veo reflejada en él.”
Una gran enseñanza final de Esther Molina para un artículo que anima a sus lectores a emprender… porque esa idea que te ronda la cabeza es una soberana tontería o… ¿Quizás no?