Si se trata de buscarse la vida fuera y de luchar, la artista Icía Vázquez (@iciavazquez) lo sabe muy bien. Desde muy pequeña le gustaba el mundo del arte y viajar, por lo tanto, partiendo de ahí podemos imaginarnos lo que sigue pero igualmente no deja de sorprendernos la trayectoria que en tan poco tiempo ha conseguido.
Icía nació en A Coruña y con catorce años ya comenzaba en el ámbito artístico con su entrada en el conservatorio profesional de música, un arte que ha sido muy importante para ella y al que tuvo que buscarle un llamado “Plan B” para no cerrarse puertas y ahí es donde entró en juego otra de sus facetas artísticas (aunque no la última), el diseño de moda.
Esta idea de iniciarse en el diseño vino por recomendación de la diseñadora Chicha Solla por la que realizó unos cursos y un día revisando dibujos encontró lo que había hecho en el curso de diseño y gracias a ello finalmente se decantó por la moda. Realizó sus estudios en la Universidad de Vigo mientras los compaginaba con el conservatorio pero por desgracia tuvo que abandonarlo y centrarse exclusivamente en su carrera como diseñadora.
En 2019 se fue a Nueva York para realizar sus prácticas en Rochambeau y tras terminarlas volvió a España para terminar su proyecto de fin de carrera. Al graduarse justo antes de la pandemia por el Covid19 y al no encontrar trabajo, se fue a Madrid para colaborar con el diseñador español Moisés Nieto y justo un mes más tarde ya comenzó a trabajar para Attire The Studio.
Consiguió una beca Fulbright de continuación de estudios artísticos y gracias a ello se encuentra actualmente de nuevo en Nueva York donde está realizando un programa de Conservatorio en Fotografía en la New York Film Academy.
Exacto, Icía no es solamente diseñadora de moda (que no sería poco) sino que también está formándose en fotografía y ampliando poco a poco su portfolio realizando editoriales de moda en su escaso tiempo libre.
“Para mi el diseño y la fotografía siempre han estado muy relacionados ya que todas las imágenes de moda que he consumido han sido a través de publicaciones y editoriales en revistas, por lo que siempre he utilizado como referente las fotografías que las marcas hacían para sus campañas. A través de ahí fui conociendo a los grandes fotógrafos y se desarrolló mi interés por este campo.”
Sus trabajos, tanto en diseño como en fotografía, están inspirados por temáticas sociales, problemas actuales de la sociedad como la ecología, el feminismo o la lucha por los derechos del colectivo LGTB, siendo temas que le tocan de cerca. Por supuesto, también se inspira en el arte, la música y cultura en general.
Sus referentes son bastante variados y siempre está buscando nuevos: grandes diseñadores/as como Vivienne Westwood o creadores/as emergentes como Yulia Yefimtchuk, y en fotografía, a los clásicos como Vivien Maier, Diane Arbus, Richard Avedon, Nan Goldin o Claude Cahun y más contemporáneos como Laia Abril, Alberto García Alyx, Harley Weir, Petra Collins o Zanelle Muholi.
“…ahora estoy un poco más centrada en foto pero por que me quiero enfocar a fotografía de moda y dirección creativa, ya que para mí es donde mejor convergen ambas disciplinas.”
La fuerza de voluntad y la perseverancia son algunas características que Icía se lleva de Carmela, su mentora en Attire, esas mismas que la han llevado a no rendirse y a seguir luchando por cada objetivo marcado.
Icía nos nombra con orgullo su colección de fin de carrera “¿Dónde está la contaminación? A ver, a ver, que yo la vea” con la que realizó su debut como diseñadora y con la que quiere desfilar algún día en la MBMFW. Un trabajo minucioso para desarrollar piezas como los abrigos o sombreros que están realizados en papel y que confeccionó ella misma.
“…con esta colección siento que realmente traté un problema que actualmente es muy importante para el desarrollo de nuestra industria como es la sostenibilidad, no solo de los tejidos, sino también de los procesos.”
Actualmente también colabora con MI Leggett, una artista neoyorquina y diseñadora de la marca Official Rebrand y tiene varios proyectos entre manos. Icía prefiere no pensar en el futuro ahora mismo y elige centrarse en aprender y disfrutar de la oportunidad que se le ha concedido esperando a poder dedicarse algún día a la moda y a la fotografía, probablemente en algún puesto de directora creativa o algo en lo que pudiera combinar sus dos pasiones.