Vértigo es la primera novela de Rigoberta Bandini que, en cierta medida, le sirvió como catarsis vital para todo lo que ha venido después. Antes de convertirse en la popular cantante que es hoy, Paula Ribó experimentó la sensación de falta de equilibrio y control sobre nosotros mismos en este mundo acelerado donde es difícil encontrar nuestro lugar. La crisis de los 30, un momento de dudas y reflexiones sobre qué camino queremos tomar en nuestras vidas, es lo que refleja la autoficción literaria de la barcelonesa.
Rigoberta Bandini presenta un relato honesto y fresco sobre el salto al vacío que supone la transición a la madurez y al cambio. “En Vértigo tejí las emociones que me invadían y las fui entendiendo hilo a hilo, y me doy cuenta de que siempre son los mismos hilos los que me duelen, los que me satisfacen o los que me enervan”, expone la autora en el nuevo epílogo que se ha añadido.
Vértigo nos sitúa en unas vacaciones en Estocolmo, en un proceso de recuperación de una ruptura amorosa de la protagonista, alter-ego de Ribó. El nuevo prólogo se encarga de presentar el juego narrativo con el que componer el mapa emocional por el que atraviesa el personaje principal. De este modo encontraremos desde cartas hasta reflexiones pasando por notas en diferentes colores y otros textos que nos abre los sentimientos de la autora siendo muy sencillo empatizar con Bandini. El libro es un relato corto pero intenso en el que su originalidad atrapa desde la primera página.
«Mis grandes dramas se simplifican a tres colores primarios que se van combinando de formas diferentes y de aquel Vértigo salió este libro y en esa crisis es donde empecé a componer las canciones que me han cambiado la vida»
Paula Ribó
Vértigo es una novela que, vista con perspectiva, funciona como un catalizador del actual fenómeno que es Rigoberta Bandini.
Poco queda para el día del libro (23 de abril), ¿tienes en mente adquirir alguno? Coméntanos.
Credit: Eva F. Cortés